¡Welcome to Hosu Shipper Blog!

Como se darán cuenta he cambiado el URL ;)
Y el Blog ahora será únicamente para los fanfics, lo demás irá a la página de Facebook
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En la sección [Fanfiction] arreglé la mayoría, pero aún me faltan estos:

Beautiful Dirty Rich
Cuando el Sakura Florezca
Fairies and What!?!
Love is a Force of Nature
Lust Caution
Scut Hamsters
The Reunion
The Year Without Santa

Los fics están, sólo que les costará ubicarlos.

22 ene 2015

[ADAPTACIÓN] NO TE PREOCUPES MAMÁ [CAP7]

Título: No Te Preocupes Mamá
Título Original: Don’t Worry Mama
Autora Original: Konohara Narise
Adaptación por: Mery
Pareja: HoSu
Género: Romance, Lemon
Extensión: Serial
Declaración: La trama no me pertenece.
Sinopsis: Si estuvieras varado en una isla desierta y pudieras elegir a la persona que te hiciera compañía, ¿a quién elegirías? Hubiera preferido ahorcar a Junsu con sus propias manos antes de seguir escuchando sus insistentes quejas pero cuando los días se convirtieron en semanas, Yunho se encontró anhelando la compañía de Junsu más que a la misma civilización.

¿Podrán ambos encontrar un amor prohibido en esta isla tropical? O, ¿podrán Yunho y Junsu vivir sus vidas en esta isla desierta con la persona que menos toleran en este mundo?
*****

Capítulo 7


Yunho oyó hablar de la desaparición de su compañía la noche que llegó a su casa. Había hablado con sus padres desde el puerto de modo que sabían que estaba bien, pero aún así su madre se echó a llorar cuando lo vio. Esa noche la cena estuvo llena de sus platillos favoritos. Se aseguró de mantener una conversación limitada a cosas de la diversión en la isla, de manera que no los preocupara. Hablaron hasta muy entrada la noche y Yoochun decidió también pasar la noche allí.

Después de un baño y una afeitada, Yunho estaba a punto de llamar a su jefe de sección cuando su hermano le preguntó a quién estaba llamando.

— Mi compañía. Necesito saber si hemos sido despedidos mientras estuvimos atrapados en la isla.

Yoochun comenzó a decirle, pero luego se detuvo. Yunho sabía que algo andaba mal cuando vio la mirada de compasión en sus ojos.

— ¿Les han dicho algo? ¿He sido despedido?

— Tu compañía quebró...

Quiebra... Quiebra... Le tomó algo de tiempo antes de alcanzar la realidad.

— No… ¡Estás mintiendo!

Yoochun casi sintió cómo lo golpeaba su hermano a pesar de todo el trabajo que había puesto en buscarlo.

— No hay nada que pudieras hacer al respecto. Sucedió justo un día o dos después de que saliste en tu viaje. Salió un titular enorme en el periódico. No quería molestarte, así que no he dicho nada hasta ahora.

No podía resucitar a la empresa culpando a su hermano. Yoochun dijo que todavía había gente allí para cuidar de los cabos sueltos, por lo que decidió visitar la empresa al día siguiente.

Yunho miró al techo en silencio desde su cómoda cama y se dio cuenta de que ésta era la primera vez que había estado en ella en un mes y medio. Quiebra, desempleado... Nada más que palabras negativas bailaron alrededor de su cabeza. Era como si hubiera estado retrocediendo desde un mundo de sueños a una realidad sombría.

Quería escuchar la voz de Junsu. Quería escuchar a Junsu llamarle ‘Yunnie’. Cuando no pudo aguantar más, llamó al celular de su amante pero sin embargo no lo consiguió. Puso mala cara y giró sobre sí mismo. Se sentía extraño ser capaz de estirar los brazos y piernas todo lo que daban. Ellos dos habían estado durmiendo en el mismo futón. Cuando alargaba la mano, sentía ese calor familiar y si juguetonamente tocaba a Junsu, su compañero se quejaba de que no podía dormir. Pero él no estaba aquí. Se estiró de nuevo cuando sonó el teléfono.

— Yunnie— Una dulce voz salió de su teléfono celular. Sabía quién era. ¡Por fin! — ¿Has llamado?

— Sí. Una vez.

— Lo siento. Mi teléfono estuvo en el hotel durante todo este tiempo y tuve que comprar un cargador, así que no pude devolverte la llamada de inmediato. ¿Qué estás haciendo?

— Tratando de dormir.

— Estoy en un hotel pero ahora te estoy llamando desde un teléfono público. Todo el chequeo salió bien en el hospital. Pasaremos la noche aquí y regresaremos mañana a Seúl.

— ¿Has oído acerca de la compañía?

— Sí. Mamá me dijo.

— Vamos a tener que encontrar nuevos empleos. Pero podemos preocuparnos de eso más tarde. Debemos obtener una noche de sueño reparador.

— Sí...—, Junsu bajó el tono de su voz.

— ¿Qué pasa?

— No puedo dormir. Mamá me dijo que fuera a la cama, pero... es difícil dormir solo, después de que me he acostumbrado a dormir contigo.

Yunho estaba encantado de que Junsu se sintiera de la misma manera que él. Quería estar con él, ver su rostro.

Quería correr hacia el hotel.

— Reunámonos mañana. ¿A qué hora vas a volver?

— Alrededor del mediodía. Yo te llamo cuando lleguemos.

— De acuerdo. Hasta mañana, entonces.

— ¡Espera!

— ¿Sí?

— ¿Podemos hablar un poco más? Quiero oír tu voz.

Yunho estaba feliz de escuchar esto, pero también un poco avergonzado y se le dificultaba encontrar algo que decir. Su silencio continuó.

— Yunnie, ¿puedes decir algo?

— Podemos vernos mañana.

El teléfono sonó como si el dinero de Junsu se estuviera agotando.

— Está bien, te veré mañana. Buenas noches, Yunnie.

— Sí... Buenas noches.

A pesar de lo dulce y amoroso que había sido esa noche por teléfono, Junsu nunca regresó la llamada.

**

Al día siguiente, Yunho visitó su empresa -ahora en quiebra- pero sólo unos pocos empleados estaban ocupándose del caos. Todos los demás habían sido despedidos. Estaba claro desde el principio que no iba a resolver nada, pero al menos fue capaz de recoger sus artículos personales. Preguntó sobre su sueldo, pero le dijeron que la empresa había retenido todos los pagos de mayo de los empleados. Yunho tenía la esperanza de que le pagaran al menos los últimos días que había trabajado, pero parecía estar pidiendo demasiado.

Al instaste de salir del edificio, se unió a las filas de los desempleados. Como tenía que trabajar si quería comer, debía encontrar un nuevo empleo. Sin embargo, se imaginó que no sería fácil con la economía tan pobre. Llamó a su amigo Son Ho Joon de Farmacia Beonyeong. Se contactó con él por su teléfono celular y Ho Joon se sorprendió al escucharlo. Había encontrado otro trabajo por el cierre e hicieron planes para reunirse en un café cerca de la estación en el almuerzo.

— Todo el mundo se preguntaba dónde estabas. Pero cuando la empresa quedó patas arriba estábamos demasiado ocupados absorbidos en el lío como para preocuparnos por alguien más. Una vez que las cosas se calmaron yo asumí que habías encontrado otro trabajo y estabas ocupado, no tenía idea de que estabas atrapado en una isla desierta con Kim Junsu —, Ho Joon habló mientras comía espaguetis con albóndigas. — Si hubieras estado con una mujer podría haberse convertido en una situación como la que ves en la televisión, pero debió haber sido un horror estar allí con Kim. Tienes tan mala suerte.

Eso no podría estar más lejos de la verdad, pero Yunho no podía hablarle de los días de pasión con Junsu en la isla.

Ho Joon quería oír hablar de sus cuentos de supervivencia y escuchó a Yunho sin interrumpir.

— Sin embargo, estar lejos de la civilización, fueron cerca de dos meses, eso significa que me atrasé en la búsqueda de un nuevo empleo. ¿Sabes de algo? — Ho Joon no parecía optimista.

— Todo el mundo está teniendo un momento difícil. Tuve la oportunidad de abrirme camino en la empresa propiedad de un amigo de mi padre, pero Wooyoung y Chansung todavía están buscando...

Tenía la esperanza de que podría haber otros trabajos que Ho Joon podría recomendarle en esta empresa, pero sus palabras dejaron en claro que no era el caso. Se despidieron y Yunho suspiró mientras pensaba en lo difícil que esto iba a ser. Una depresión caía sobre él a pensar que debería de buscar seriamente un nuevo trabajo, pero cuando se comparaba con la vida en la isla desierta donde tuvo que mendigar por comida y todo fue un inconveniente, no podía dejar de pensar que la vida aquí, donde nunca se moriría de hambre, con agua fluyendo del baño con el empuje de un botón y siempre habría un futón caliente, era mucho mejor. No tenía nada más que hacer de su desanimado día y se fue a casa de mal humor. Tomó su teléfono celular del bolsillo de su chaqueta, pero no había ningún registro de llamadas de Junsu.

— ¿No dijiste que nos veríamos hoy?

El celular no respondió a su murmullo. Pensando que todavía le podría llamar, se aferró a su teléfono e incluso lo puso justo al lado de la puerta cuando estaba en el baño para poder escucharlo. A las 2 de la madrugada, todavía no había sonado.

A la mañana siguiente no pudo esperar más y llamó a Junsu a las 9 hs. Lo único que consiguió fue una grabación diciendo que el teléfono había sido apagado o estaba fuera del área de cobertura. Tal vez estaba en el subterráneo o se le había apagado. Lo intentó de nuevo cada dos horas, pero cada vez el resultado fue el mismo.

Al día siguiente todavía no podía comunicarse con Junsu, ni al siguiente. Ya no tenía sentido pensar que estaba en movimiento o que se había olvidado de encenderlo. Yunho no sabía qué hacer, pero luego decidió llamar al número de la casa del hombre. Estaba incluido en el directorio de Beonyeong y lo encontró rápidamente. El teléfono fue respondido por la madre de Junsu. Yunho se presentó y preguntó por Junsu, después de una larga pausa, ésta respondió:

— No se siente bien y está en la cama —, su tono era incierto.

— ¿Realmente está tan enfermo? —, Yunho estaba realmente preocupado.

— Su médico dijo que estaría bien si dormía durante unos días. ¿Hay algo que quiera?

— No, nada en particular...

— Adiós, entonces.

Ella colgó bruscamente. Yunho no pudo ocultar su asombro al oír el sonido de la conexión romperse. Pensó que había estado hablando con normalidad y no entendía por qué le había tratado con tanta frialdad.

Después de eso, llamó al celular de Junsu y al teléfono de su casa en varias ocasiones, pero nunca logró comunicarse. Una semana más tarde, recibió un mensaje de que el teléfono estaba desconectado. Deben de haber cambiado su número. No podía comunicarse con Junsu y todavía no había encontrado un trabajo. El estrés comenzó a acumularse, lo sacó de la manera más cercana y conveniente, la esposa de Yoochun estaba a punto de dar a luz y ésta había ido a casa de sus suegros, entonces Yoochun decidió ir a cenar a casa de sus padres. Yunho se aprovechó de la situación para agredirlo en cada oportunidad, era como si Yoochun fuese el saco de boxeo de su hermano. Una noche en la cena, Yoochun gritó que hubiera sido mejor si su hermano se hubiera perdido por siempre en la isla. Llorando, se fue a casa de sus suegros y nunca regresó.

Tres semanas después de regresar de la isla, su búsqueda para encontrar un puesto de trabajo, finalmente dio frutos y Yunho fue contratado por el departamento de desarrollo de productos en una empresa de cosméticos. Cuando se enteró se sintió tan bien que fue a la casa de Junsu. Se decía que iba a hablarle de su nuevo trabajo, aunque esa no era la verdadera razón. Tal vez Junsu no quería verlo... Ese pensamiento cruzó por su mente. El extraño comportamiento de su madre, el número de teléfono cambiado y el hecho de que Junsu no había hecho ningún intento de contactarlo... Todo eso era suficiente como para ponerse nervioso. Pero había tantas razones para ser positivos. La llamada de teléfono en el día en que se habían separado, la forma en que dijo que quería escuchar la voz de Yunho. Esas no podían ser mentiras.
Quería ver a Junsu y hablar con él. Si Junsu ya no quería verlo, o había decidido que él no le gustaba, Yunho quería escuchar las razones directamente de su boca. De hecho, incluso si no fuera así, quería verlo.

Junsu vivía con su madre en un condominio costoso.

Yunho respiró profundamente en la entrada y llamó por el intercomunicador. No hubo respuesta. Pensando que no se encontraban, esperó y trató varias veces durante el día. Sacó sus anotaciones para asegurarse de que no tenía la dirección equivocada. Era el lugar correcto y el número correcto. Alzó la vista cuando oyó un ladrido y vio a una mujer mayor salir del edificio a caminar con su perro. Ella parecía estar alrededor de la misma edad que la madre de Junsu.

— ¡Qué bonito perro!

Ella sonrió mientras hablaba. — Gracias.

— Se parece al perro de mi hermano. ¿De qué raza es?

— Un poodle toy. ¿Le gustan los perros joven?

— Sí, algo así.

Su hermano Yoochun no tenía un perro y Yunho no tenía interés en perros con cortes de pelo raro. Sin embargo, mantuvo su sonrisa de vendedor.

— Estoy buscando a Kim Junsu del 508. No parece estar en casa.

La mujer inclinó la cabeza con sorpresa.

— ¿Te refieres a la mujer que vivía con su hijo?

— Sí. Yo quería visitar a su hijo.

— Se mudaron la semana pasada. ¿No lo sabía?

El mundo alrededor de Yunho se volvió oscuro. Sintió que el suelo debajo de él giró por un momento.

— Vivieron aquí durante mucho tiempo, y la decisión de trasladarse me pareció demasiado inesperada...

No podía hablar. Su expresión debió haber revelado su desesperación, porque la mujer trató de calmarlo sugiriendo que preguntara al gerente para ver si sabía de su nueva dirección. Lo intentó, pero el portero sólo sabía que se habían mudado a otro lugar en la ciudad y no tenía ninguna otra información.

Junsu había desaparecido sin dejar rastro y se llevó el corazón de Yunho con él.

**

Estaba nevando el 25 de enero, el día del 30 aniversario de bodas de los padres de Yunho. Las reservaciones se habían realizado en un restaurante francés de un hotel caro, sus padres no estaban acostumbrados a la clase alta de comida occidental y se sentaron nerviosos en sus asientos. Yoochun había planeado la noche esperando que fuera un cambio para todos ellos y que pudieran disfrutar de la noche juntos. Al principio, Yunho no quería ir. Su cuñada, cargando a su bebé, le dijo que Yoochun también quería aprovechar la oportunidad de reconciliarse con su hermano. Yunho no podía decirle no a ella. Había sido un año y medio desde que Yunho lo había echado de la casa con su abuso, y había transcurrido un año antes de que incluso Yoochun volviera a casa de sus padres. Recientemente venia de vez en cuando, y Yunho podía ver que estaba tratando de medir su estado de ánimo. Si quería disculparse por decir que Yunho debería haberse muerto en la isla, debía ser un hombre y pedir disculpas directamente en lugar de tratar de usar a los demás para acercársele. Su comportamiento hizo que Yunho se enojara más, pero no podía dejar que los esfuerzos de su cuñada se perdieran.

Aún así, antes de entrar al restaurante, Yunho dio el primer puñetazo. Criticó a su hermano, por efectuar reservas en un restaurante tan popular cuando sus padres no sabían ni los adecuados modales en la mesa. Estaban seguros de avergonzarse. Esto significó que Yoochun estuvo de mal humor, incluso antes de que la comida se sirviera y todos se sentaron alrededor de la mesa redonda sin consultar a los demás como si se tratara de un velorio. Yunho perdió el tiempo mirando la nieve cayendo fuera en la destellante ciudad como telón de fondo.

— Buenas noches. ¿Desean un aperitivo?

Su padre solo bebía sake y no sabía nada de vinos. Se sentó tan rígido y silencioso como un Buda de piedra cuando el camarero le sonrió. Yunho se restregó los ojos. Entendió por primera vez lo difícil que era hablar cuando estas sorprendido. El camarero tenía la piel blanca, apenas con unos kilos encima, bajo, y tenía una voz aguda. Era mucho más delgado de lo que Yunho recordaba pero no podía haber ninguna duda. Realmente era Junsu de pie junto a la mesa.

Un año y medio había pasado desde que salieron de la isla. El tiempo puede ser cruel, y conforme pasaban las semanas, Yunho comenzó a mirar hacia atrás a sus días de pasión, como si hubiera sido un sueño. Esos recuerdos tenían que ser eliminados de su vida ahora. A pesar de que había anhelado ver a Junsu, no podía. No tenía ni idea de a dónde Junsu se había ido. Ninguno de sus antiguos compañeros de trabajo tenía alguna información sobre el trabajo que su ex jefe había encontrado. Yunho recordó que Junsu una vez dijo que le gustaba el vino, y cuando veía una tienda que vendía vino, caminaba dentro para echar un vistazo. Pero, por supuesto, nunca lo encontró. Mientras más y más días fueron pasando sin escuchar su voz o ver su rostro, Yunho casi había tirado la toalla. Comenzó a pensar que nunca estaría con él nuevamente. Era mucho más fácil renunciar que mantener la esperanza de que de alguna manera se volverían a unir.

Y, sin embargo, ¡allí estaba!

El cuerpo de Yunho empezó a temblar - de nerviosismo, no de felicidad -, Junsu no lo había visto todavía. Si lo hubiera hecho, le hubiera pedido a alguien que tomara la mesa. ¿O vio a Yunho y tomó esta mesa a propósito?

Como Yunho parecía estar aburrido, su hermano trató de llamar la atención de Junsu.

—Por favor traiga un champagne y cuatro copas.

Junsu estaba mirando a Yoochun, pero sus ojos encontraron a Yunho. En el momento en que sus miradas se encontraron, Junsu palideció.

—Por-Por supuesto, señor.

Se había mantenido sereno, pero ahora se escabullía y escapaba hacia la cocina. Yoochun no se dio cuenta de que era el mismo hombre gordo que había salido de la isla con su hermano. Esto fue por lo delgado y bien cuidado que el hombre se había vuelto, y por lo tanto había cambiado su cara con la pérdida de peso. El champagne llegó poco después, pero en lugar de Junsu, fue traído por una hermosa sommelier. Al principio, Yunho pensaba que era una camarera, pero su hermano les susurró a sus padres que este restaurante tenía un sommelier femenino. Junsu se mantenía muy ocupado en otras partes del restaurante y se quedó lejos de su mesa.

Yunho no podía disfrutar de su comida. Su cabeza estaba llena de la verdad, Junsu estaba evitándolo. El contacto roto, la mudanza, ambos habían sido a propósito. Los días de pasión que Yunho había tratado de olvidar, pero no podía... Junsu quería borrarlo de su mente. Junsu había sido a la vez un virgen y hetero. Las condiciones únicas con las que se encontraron en la isla le habían hecho perder su capacidad de pensar claramente y había caído bajo la influencia de Yunho. A pesar de que estaba dispuesto a abrir su cuerpo en la isla, a su regreso al mundo normal, regresaron sus sentidos. El sexo entre dos hombres era sucio. Junsu rompió sus bonos mediante la táctica más básica, cortó el contacto. No había nada que Yunho pudiera haber hecho. Habían tenido relaciones sexuales, pero no había compromiso. Ni siquiera se habían dicho que se gustaban. Sin embargo... A pesar de que no lo habían dicho, Yunho había amado a Junsu; incluso si era gordo, tenía una personalidad horrible y un fuerte complejo de madre. Nunca había dudado de que continuasen su relación una vez que se fueran de la isla.

Incluso cuando la madre de Junsu había dicho que estaba enfermo para hablar - una señal clara - Yunho aún se aferró al uno por ciento de probabilidades de que todo estaba bien. Creía que no habían tenido la oportunidad de reunirse con Junsu porque no se sentía bien. Aun cuando trató de consolarse a sí mismo, la visión de Junsu felizmente haciendo su trabajo lo rompió en pedazos. La ira se acumulaba en él. No estaba enfadado con el hombre que había intentado romper con él cortando contacto, sino con él mismo por tratar de aferrarse a pesar de que sabía que había sido abandonado.

**

En su camino a casa desde el restaurante, Yunho se volvió varias veces pero sólo era el camino detrás de él. No ocurría como en los dramas, con el hombre que amaba corriendo tras él. Se sentía traicionado, y para el momento en que llegó a su casa, estaba en peor estado de ánimo que antes.

—Yunho. ¿La comida... era buena? —Yoochun tímidamente preguntó cuando llegó a la puerta principal. Había pagado por toda la cena.

—No me acuerdo...

Yunho no se dio cuenta de que su hermano estaba a punto de llorar y se fue directo a su habitación. Incluso después de cambiarse y acostado en su cama, no podía sacar a Junsu de su cabeza. Tenía que olvidar que lo había visto hoy. No podía dejar que le molestara, y era impropio perseguir a alguien que había huido. Sin embargo, lo había visto... Sabía dónde trabajaba. ¿Realmente creyó que podría olvidar? ¿Podría dejar que terminara sin conocer la verdad? Se sintió de esta manera porque su relación no había tenido un cierre y Yunho necesitaba cerrarlo. Yunho se levantó de la cama y agarró su abrigo.

Salió corriendo deteniéndose sólo lo suficiente para decirles a sus padres que iba a salir, y volvió sobre sus pasos de regreso al hotel. Subió al tren, y en el momento en que llegó al hotel, eran pasadas las 22 hs. El restaurante estaba abierto hasta las 22:30 hs y no faltaba mucho antes de que Junsu saliera.

Caminando alrededor del hotel, se encontró con una puerta trasera para los empleados. Tomó una posición un poco más lejos y miró las luces del restaurante mientras temblaba debido al frío aire. Varias veces pensó en irse. Tenía miedo de hacerse daño por lo que pudieran decirse. Si Junsu dijera directamente a su cara que no le gustaba, probablemente no sería capaz de responder.

Incluso después de que las luces del restaurante se apagaron Junsu no vino a la entrada de los empleados. De vez en cuando se abría la puerta, pero Junsu no estaba entre la gente que salía. Alrededor de la medianoche, un grupo de cinco hombres y mujeres salieron. Yunho miró a cada uno de ellos. Allí estaba la sommelier hermosa - la que había servido su mesa en lugar de Junsu -. Detrás de ella, en las sombras, estaba una persona más baja. Llevaba un abrigo negro que era demasiado largo para su estatura. Era Junsu. Caminaba con la mujer. Yunho no pudo encontrar el momento oportuno para llamarlo y, en lugar de ello, empezó a seguirlos. Junsu hablaba con su familiar voz alta hasta que se separaron en la estación. La mujer entró en la estación, pero Junsu pasó y siguió caminando debajo de la autopista. Su postura reveló que estaba cansado del trabajo. Yunho le cerró el camino. Quería gritar, pero no estaba seguro de qué decir. En cambio, tocó a Junsu en el hombro. Estaban en un cruce y los ojos de Junsu se agrandaron cuando vio a Yunho.

— Tanto tiempo sin verte —. Yunho trató de hacer casual el sonido de su voz.

No hubo respuesta del hombre y el conjunto de la mandíbula y labios no delataban qué estaba sintiendo. No había señales de felicidad de verlo en la expresión tensa de Junsu. Yunho, tenía razón. Empezó a lamentar haber regresado, pero continuó, tratando de parecer tranquilo y fresco. — Estoy en camino a un lugar para reunirme con unos amigos. Parecías tú por detrás —, no quería que él supiera que había estado acosándolo. Es por eso que mintió. — Esto es una cadena de coincidencias. Anteriormente estuve en el restaurante también. Me sorprendí al ver que trabajas como camarero, y un sommelier encima de eso. Has dicho que soñabas con serlo alguna vez —, vio cambiar la luz del paso de peatones de verde a rojo en la esquina de sus ojos.

Junsu no se movió durante varios minutos.

— He encontrado un trabajo en el departamento de desarrollo de productos de una empresa de cosméticos. Es interesante, pero no paga tan bien como en mi antiguo trabajo.

Junsu todavía permanecía inmóvil y no hablaba. Miró hacia abajo ligeramente, exponiendo la piel blanca del cuello a las luces de la calle. La nieve caía sobre él, y se fundía al tacto.

— ¿Bebiste tu Romaní Conti? Habías dicho que comprarías uno cuando finalmente saliéramos de la isla.

El semáforo se puso verde. Le molestaba a Yunho que no fueran a aprovechar la oportunidad para cruzar, pero Junsu permaneció inmóvil y en silencio. El semáforo se puso rojo nuevamente. Los dos permanecieron en el cruce peatonal desprendiendo un silencio tenso, sin decir ni una palabra. Las palabras no parecían querer fluir. Yunho se quedó mirándolo en silencio hasta que la cabeza de Junsu giró ligeramente hacia un costado.

<<Sólo seguirás ignorándome>>, pensó. <<Eso hará que renunciar se haga más fácil. Pero mientras estés aquí. Yo lo haré, también.>>

Por último Yunho no pudo aguantar más. —No te quedes ahí. Di algo...

El cuerpo de Junsu estaba temblando.

— Tienes algo que decirme, ¿no?— Yunho tomó las manos del hombre y las agarró fuerte. — Si no te gusto, dímelo. Dime que no quieres ver mi rostro nuevamente. Estaré bien si nos despedimos por última vez aquí. No tengo que verte otra vez. Ese es el camino del amor a veces—. Cada palabra hacía que su corazón se pusiera a cada instante más y más frío. La nieve trajo un escalofrío en el resto de su cuerpo. —Estábamos solos en la isla. Probablemente sentías que no tenías más remedio que hacer lo que te decía. Nunca estuviste realmente conmigo. Cuando volvimos, empezaste a dudar de que si lo que habías hecho era correcto o no. Eso está bien. Yo entiendo.

Junsu finalmente levantó el rostro. Su nariz y cara estaban color rojo brillante y estaba llorando. Por costumbre, Yunho le secó los ojos con el pulgar… como solía hacer en la isla.

—¿Por qué estás llorando? Yo no he dicho nada que te haga llorar. He venido esta noche con la certeza de que ibas a botarme—. Yunho habló con honestidad. —Me gustas mucho. A pesar de que hubo un momento en que pensé que eras gordo y tenías una personalidad horrible, una vez que hemos vivido juntos, he visto que eres honesto, directo y lindo. Aunque te dije que intentaba enseñarte a tener relaciones sexuales, realmente lo hice porque quería tener sexo contigo.

Junsu empezó a sollozar. Repitió "Yunnie" una y otra vez en voz baja. Al oír esto, fue difícil para Yunho mantener su compostura. Empezó a preguntarse si acaso Junsu realmente era como él.

—Simplemente dilo. Di que nunca quieres volver a verme o que me odias. Échame. Si lo haces, nunca te volveré a molestar.

Junsu no dijo nada de estas cosas, pero tampoco dijo que le gustaba Yunho. Sólo se movió de manera incómoda. El pecho de Yunho quemaba con el deseo de saber realmente qué sentía. Junsu levantó la cara e inhalo fuerte.

—Fue Mamá... Mamá me dijo que no podía —, su voz era apenas audible. —Ella me preguntó acerca de la isla. Traté de mantener la boca cerrada, pero todo salió. Mamá se enojó mucho y dijo que eras un hombre malo que me habías tentado... estaba tan furiosa y dijo que nunca hiciera algo así otra vez—, Junsu se frotó la cara húmeda de lágrimas y siguió. —Sabía que habías estado llamando, pero mi mamá me prohibió hablar contigo. Luego, de repente, dijo que nos mudaríamos. Ella tiró la libreta de direcciones de Beonyeong así que no sabía dónde vivías. También cambió el número de mi teléfono celular y borró tu número de la memoria. Es por eso que nunca nos reunimos—, mientras escuchaba, Yunho se calmó de su anterior estado agitado.

—Si querías verme, hay maneras en que podrías haber encontrado mi dirección. Podrías haber pedido a alguien de la compañía mi número de teléfono. Todavía hay gente en la oficina que cuida de las cosas. Habría sido fácil para ellos buscar mi dirección. Utilizas a tu madre como una excusa para no hacer ninguna de esas cosas. Sinceramente podías haberme querido ver, pero no puedes desobedecer a tu madre. Ella es más importante para ti que yo—, quería que Junsu digiera que estaba equivocado, pero no lo hizo. Solo continuó con sus excusas.

—Mamá volvió a casarse. Incluso, ¿sabes quién es su nuevo esposo? El hombre del instituto de ornitología en Miyagi. Solía decir que yo era la persona más importante para ella, que yo era su vida, pero se encontró con alguien más y huyó a Miyagi, y me dejó aquí. Es tan injusto de su parte decir que no podía verte incluso cuando ella vive con el hombre que ama.

Esto era algo que Junsu debería haber dicho directamente a su madre en vez de quejarse en la calle. Miró a Yunho como si esperara simpatía, pero la mirada de Yunho era todavía fría.

—Te sientes seguro cuando escuchas a tu madre, y siempre estás contento con lo que dice. Mientras ella te ame, todo está bien en el mundo.

La boca de Junsu traicionó sus confusos sentimientos. Copos de nieve cayeron en sus labios cuando miró hacia arriba.

—Creo que voy a seguir buscando a alguien que me diga que soy lo más importante en su vida. — Las lágrimas en los ojos Junsu, hacían que sus pupilas parecieran un estanque en el que alguien había arrojado una piedra.

—Pero yo... yo quería verte tanto, Yunnie.

—Yo quería verte, también. Lo quería tanto que soñé con esto. Pero si sucederá lo mismo cada vez que tu madre se oponga, estaremos de vuelta al punto de partida. No puedo vivir con eso.

Aunque su relación vendría a más, sintió que sería mejor que tener una terrible experiencia una y otra vez.

—Terminemos.

Yunho se arrepintió de decirlo en el instante en que las palabras salieron de su boca. Pero mientras Junsu no pudiera dejar de depender emocionalmente de su 'mama', su relación no podía prosperar.

—Yo realmente, realmente quería verte.

Los sentimientos de Junsu parecían genuinos, pero Yunho no quería volver a tener el mismo dolor que sintió por un año y medio cada vez que la madre de Junsu se metía entre ellos. Yunho le dio la espalda a Junsu y comenzó a alejarse. Deseaba que nunca hubieran sido rescatados de la isla. Podrían haber vivido felices para siempre. Ellos se habían cuidado y se amaban... Pero ésta era la realidad. Después de caminar varios metros, tuvo una sensación extraña en la espalda. Lo estaban tocando. Dedos blancos se deslizaron sobre su vientre. Eran los dedos de quien amaba.

—Déjame ir.

El cuerpo de Junsu estaba cerca, y su voz era alta.

—No. Nunca más. Ni siquiera si debo morir.

Yunho no entendía por qué Junsu vino tras él a detenerlo. Tal vez no quería que el hombre que amaba se alejara y no pensó en las consecuencias o lo que podría venir después. Pero eso estaba bien. Yunho tenía un nudo en el estómago.

<<Es tu culpa que estés llorando. Puedes decir que no me soltarás nunca, incluso si te mueres, pero fuiste tú el que causó esto>>.

Su pensamiento lo atormentaba y obligaron a Yunho a alejar la mano de Junsu cuando se giró.

— Lo diré sólo una vez y te daré una oportunidad para responder. Tienes que elegir entre tu madre y yo, en este momento. Si eliges a tu madre, nunca más tendré nada que ver contigo. Si me eliges, nunca te dejaré regresar con tu madre —, sus palabras fueron severas como el golpe de un cirujano, pero eran necesarias. — Es tu elección.

Decayó ligeramente y pasaron varios coches antes de que respondiera. Junsu miró hacia abajo y permaneció en silencio. Pero resultó que solo estaba estornudando. Finalmente, levantó la vista, sollozó, y se rió como si estuviera a punto de llorar.

— Te elijo a ti —, su voz era baja, pero Junsu habló con convicción.

Se abrazaron haciendo caso omiso de los posibles espectadores. Yunho no tenía intención de dejar ir nunca al hombre que lo había elegido. En su cabeza, juró que nunca lo dejaría regresar con su madre, aunque lo exigiera. Después de besarlo ligeramente en el oído, le susurró que quería ir a la casa de Junsu.

— Caliéntame, — dijo.

Fue un claro vamos. Era más que obvio lo que vendría después. Junsu asintió ligeramente y los dos caminaron abrazados bajo la nieve.

Junsu vivía en el quinto piso de un edificio de siete pisos no muy lejos de donde se encontraban. Abrió la puerta. En el instante en que escuchó cerrarse la puerta, Yunho tiró de su amante en un fuerte abrazo.

—Yunnie…

Él lo besó duramente, pero Junsu se mantenía presionado nuevamente contra él y no huyó. Yunho quería con muchas ansias tirarlo sobre el piso. Le sacó el pullover y la camisa y lo besó sobre su suave piel. Chupó sus pezones y luego los succionó duramente.

—Ahh… Nnn…

Su cuerpo sensitivo comenzó a temblar. Yunho estaba muy impaciente por sacarle toda la ropa. Sus temblorosos dedos tiraron del cierre del pantalón de Junsu y su mano derecha se deslizó dentro de su ropa interior. Sus dedos agarraron el pequeño pero inflexible pene. Pero algo era diferente… Yunho sacó fuera sus pantalones y ropa interior de un tirón. Mirando hacia abajo, se sorprendió al ver una punta rosada y no un prepucio.

—¿Te operaste?

Yunho pellizcó ligeramente la punta haciendo temblar el cuerpo entero de Junsu.

— Sí….

Se sentía enojado que Junsu haya cambiado sin su conocimiento. Yunho agarró su pene rudamente y Junsu dejó salir un fuerte aullido.

— ¿Quién dijo que podías hacerlo?

— Yunnie…

— Esto es mío. Todo mío. ¿Cómo pudiste hacerlo sin decírmelo?

Él lo sacudió una y otra vez. Junsu lloraba con largas lágrimas mientras repetía gimiendo lo siento, muchas veces.

— Si no te agrada, volveré a realizarme la cirugía para que lo cambien otra vez. Lo lamento… Lo lamento mucho…

Eso no era algo que fuera posible… pero sus palabras excitaron tanto a Yunho que apenas podía refrenarse.

— Está bien. Te perdonaré por esta vez. Pero recuerda, tu cuerpo es mío. No hagas nada con él sin decírmelo antes.

— Está bien… Ok…

Se besaron en el frío y oscuro pasillo. Lo próximo que supieron fue que ambos estaban desnudos y sosteniéndose el uno al otro, recostados encima de los abrigos que ahora estaban cubiertos por semen. Se bañaron juntos y se metieron en la cama desnudos. No podían dejar de abrazarse… de tocarse…

— Eres muy suave aquí —, Yunho presionó nuevamente en el área que tan cariñosamente había aceptado su pene erecto. Tenía un calor diferente, distinto a cualquier otro lugar. — ¿Qué pasa? ¿Te masturbabas cuando yo no estaba cerca? —, Junsu se sonrojó y enterró su rostro en la almohada. — Lo has hecho, ¿no es así?

Yunho tomó el dedo de Junsu y lo forzó a llevarlo hacia su espalda.

— No…no lo hagas…

— ¿Qué? ¿Aún cuando lo has hecho por ti mismo?

— No… Lo he hecho...

Yunho tomó dos de los dedos de Junsu y los presionó dentro. Todavía chorreando semen, aceptó los dos dedos sin resistencia. Cuando Yunho movió los dedos al rededor, Junsu gimió levemente y su respiración se agitó.

— Me gustan más tus dedos… —, dijo Junsu al tiempo que sacaba sus dedos de sí mismo. — Mis dedos son cortos, no van tan lejos como los tuyos.

— ¿Ves? Has estado jugando con ellos.

Junsu lo miró como si estuviera a punto de gritar al ser descubierto, pero mordió suavemente el pulgar de Yunho cuando esté trajo su mano para acariciar su mejilla. Cuando Yunho la alejó, él llegó con su lengua por más.

— ¿Qué estuviste haciendo durante el tiempo que estuvimos separados? —, Junsu preguntó mientras descansaba en los brazos de Yunho. —¿También te masturbabas pensando en mí?

El había estado muy “dependiente” de su mano derecha, pero no quería decirle la verdad a Junsu así que sonrió.

— No he tenido problemas para encontrar a otros. Tuve sexo bastante seguido mientras tú me ignorabas.

Junsu lo miró como si fuera a gritarle otra vez pero algo en el rostro de Yunho lo hizo cambiar de parecer. — Mentiroso.

— No miento. Todo lo que he tenido que hacer es sacudir mi mano para que ellos vinieran corriendo.

Junsu se deshizo del abrazo.

— ¿Qué? ¿Estás enojado? Tú fuiste el que me dejó, lo sabes.

— Pero tú eres el único con el que yo… Sólo lo he hecho contigo…

Era lindo cómo sus hombros subían cuando lloraba. Se enroscó haciendo una bola con su cuerpo y Yunho lo abrazó desde arriba.

— Mentí —, le susurró en su oído. — No he dormido con nadie más. Tú eres el único para mí. No te enojes conmigo —, besó su cuello y nuca para probar su inocencia. Junsu se relajó y se volteó para mirar a Yunho.

— Nunca te enamores de otra persona… Solo de mi.

Aunque era cinco años mayor, su tono de niño al contestar hizo que el corazón de Yunho se acelerara.

— Si eres bueno y nunca me engañas, te amaré por siempre. Te lo he dicho, te amaré por el resto de mi vida.

— Es un trato.

Asintió muchas veces y se acurrucó junto a Yunho como un gato. Entonces Junsu repentinamente se puso serio.

— ¿Estarás aquí en la mañana?

— Sí.

— ¿No te irás a tu casa?

— No.

Pareció sentirse aliviado con la respuesta.

— He soñado contigo todo este tiempo. Era muy feliz de verte… pero luego me despertaba y me encontraba solo. Pienso, que probablemente volveré a pensar que solo se trata de un sueño si no despierto contigo a mi lado. Pero ahora todo está bien, ya que no es solo un simple sueño, ¿verdad? Cuando abra mis ojos no estaré solo.

Se acurrucó en el pecho de Yunho nuevamente y cerró sus ojos con alegría. Ellos se besaron una y otra vez, y se durmieron enredados uno en el otro.

**

Yunho fue el primero en despertar. Se encegueció con el poco familiar techo y alrededores. Cuando despertó por completo recordó que se encontraba en el departamento de Junsu. El hombre que había amado una y otra vez la noche anterior permanecía junto a él. Tiró de las sábanas esperando ver su cuerpo desnudo, pero el frío hizo que Junsu se acurrucara como un gato. Su cuerpo estaba cubierto por las evidencias de haber hecho el amor. Cuando Yunho tocó el hombro de Junsu y sintió que era tan suave como siempre, su amante dejó escapar un rápido estornudo. Colocando nuevamente las sábanas sobre ellos, se abrazaron. Se susurraron palabras dulces el uno al otro mientras se abrazaban fuertemente. Cuando él lamió los labios que había amoratado, Junsu lloriqueó levemente y enterró su cabeza en el pecho de Yunho. Él lo amaba tanto que apenas si podía contenerlo, y acunó su cabeza posesivamente. La dulce y quieta atmósfera de la mañana fue rota por el timbre del teléfono que se encontraba junto a la cama. Junsu no se movió para atender.

— El teléfono está sonando…

Junsu sacudió su cabeza y mantuvo sus ojos cerrados. El reloj decía que eran pasadas las nueve de la mañana. No debía de tener una máquina contestadora ya que el teléfono seguía sonando. Pensando que no quería que Junsu perdiera una importante llamada del trabajo, Yunho contestó. Si era algo relacionado con el trabajo, podría tomar el mensaje.

— Hola.

— Buenos días cariño.

Era la voz compuesta de una mujer, la mujer que había sido tan fría con él en el teléfono tantas veces. Sintió su sangre drenar desde su cuerpo.

— ¿Qué le pasó a tu voz? ¿Has pescado un resfriado?

Yunho rápidamente sacudió a Junsu despertándolo y puso el teléfono en su oreja.

— Oh. Mamá… Buenos días —. La voz del otro lado de la línea era tan ruidosa que hasta Yunho podía escucharla. — Um.. eso fue…

Como Junsu tropezaba para encontrar las palabras, su madre imaginó lo que estaba pasando. Su voz se volvió más aguda.

— Sí… Sí, mamá… Sí, pero… —, Junsu no podía decir una palabra entre todo lo que su madre decía -la mujer hablaba sin parar-, por lo que sólo se quedó escuchando. Su expresión se volvió progresivamente oscura. Mirando hacia abajo, mordió su labio. — A pesar de lo que tú digas mamá, Yunho no es una mala persona —, la mano que sostenía el teléfono comenzaba a temblar incontrolablemente. — Y por otro lado… Yo lo amo... Lo amo mucho.

Yunho puso una mano sobre la de Junsu y levantó su cabeza, susurrando que él hablaría con ella si fuera necesario. Él sabía que eso posiblemente fuera como añadir combustible al fuego, pero no podía ver que abusaran de Junsu.

— No… Yo me ocuparé —, Junsu sacudió su cabeza y apretó fuertemente el receptor del teléfono.— No te preocupes mamá, estaré bien. Me conozco… —, se detuvo y su expresión se endureció. Se sentó inmóvil, con expresión rígida hasta que colgó el teléfono.

— ¿Qué dijo?

— Ella vendrá desde Miyagi.

Junsu se desplomó sobre la cama, como si la cadena que lo sostuviera se hubiera roto y comenzó a llorar. Yunho lo abrazó y gentilmente acarició su cabeza. Junsu había hecho lo mejor que había podido. Yunho lo comprendía.

— Sé que estaré bien —, dijo Junsu apartándose de Yunho mientras hablaba. — Pero no importa lo que ella diga, incluso si ella me repudia, quiero estar contigo. — Después de un largo, largo beso, Junsu susurró — Lo lamento mamá.

**

Sintió cómo su cuerpo flotaba y su visión estaba borrosa. Las voces se escuchaban lejos. Casi como si todo estuviera desvaneciéndose, el familiar cielo y las luces entraron.

Kim Junsu miró de izquierda a derecha mientras se frotaba los ojos. Finalmente se dio cuenta que había estado soñando. Estaba aliviado, pero también un poco avergonzado. Se dio la vuelta y arregló su flequillo. El reloj cerca de la cama indicaba las 7:15 de la mañana. Fue después de las 2:00 cuando se acostó. “Sólo un poco más” pensó mientras acomodaba las sábanas.

Cuando se dio la vuelta, su nariz se topó con algo cálido. Allí estaba ese olor tranquilizador. Acercando más su rostro y cerrando los ojos, un dedo tocó su mejilla. Junsu pensó que debía de seguir soñando. El dedo le hizo cosquillas y él empezó a reír ligeramente. El dedo se movió sobre su barbilla y alzó la vista para quedar frente a frente con su novio, Jung Yunho. Incluso aunque estaba sin afeitar y sus ojos estaban medio abiertos, Junsu pensó que era apuesto. Ese hermoso rostro gradualmente se acercó más hasta besarlo.

El dedo que había estado acariciando su rostro se trasladó a su espalda y Yunho lo abrazó un poco más fuerte. Se besaban suavemente, hasta la gruesa lengua de Yunho pasó por entre sus dientes y se adentro a su boca. Envolviendo su lengua alrededor de la de Junsu. El húmedo y dulce beso era más de lo que su cabeza adormiloda podía soportar y se le dificultaba respirar.

Cuando Yunho finalmente lo dejó, su cabeza se sentía ligera por la falta de oxígeno. Tragó saliva de su boca, sin saber si era de él o de su amado. Se limpió sus labios ahora húmedos, pero cuando Yunho comenzó a mordisquear su oído y susurrar “Junsu”, fue suficiente para que un escalofrío recorriera por toda su espalda.

Habían pasado tres meses desde que comenzaron a vivir juntos, pero su novio seguía llamándolo de manera formal. Cuando le dijo que estaba bien llamarlo por algún diminutivo, Yunho le respondió que se sentía más cómodo llamarlo de esa manera. Aun así, cuando hacían el amor, había veces cuando lo llamaba “Su”. No estaba acostumbrado a oírlo y hacía que su novio pareciera ser otra persona y eso algunas veces le hacía perder el ritmo.

—¿Me deseas?

Yunho presionó su rodilla dentro de su entrepierna. Era como si se estuviera burlando de su pene erecto y Junsu se sonrojó.

—No… —, movió su cabeza con firmeza y observó a su novio desde abajo.

—Estabas duro cuando te presionaste contra mí. Pensé que te estabas presionando contra mi muslo porque querías más.

Junsu estaba avergonzado por tan sucia conversación desde temprano en la mañana.

—Estaba soñando y…

Su novio resopló y saltó sobre él.

—¿Qué tipo de sueño? —, tomó su cabeza mientras preguntaba.

Como Junsu se quedó en silencio y cerró sus ojos, él preguntó de nuevo.

—¿Estabas soñando conmigo?

Los ojos de Junsu se abrieron en shock.

—¿Cómo lo supiste?

Yunho sonrió como si sólo hubiera tenido suerte con su suposición.

—¿Qué estaba haciendo en tu sueño?

Dijo “nada” porque no quería contarle. A pesar de que Junsu se calló por completo, Yunho siempre fue más observador.

—Veo que no estás dispuesto a hablar… ¡A menos que haga esto! — Antes que terminara de hablar ya le estaba haciendo cosquillas en las axilas a Junsu.

—No~ ¡Detente, detente!

Sus axilas y pies eran especialmente sensibles. Trató de darse vuelta en la cama para escapar, pero Yunho no se daba por vencido, así que tuvo que rendirse.

Respirando pesadamente, confesó.

—Lo estábamos haciendo.

Su novio se sonrojó mientras escuchaba.

—¿Dónde?

—En el restaurante…

—¿Cómo?

Miró a su amante. No quería que la conversación fuera más lejos.

— Antes de la apertura y era el único ahí. Repentinamente apareciste e incluso aunque dije que era demasiado tarde porque los clientes estaban por venir, me llevaste a una mesa y… —, el expresar sus pensamientos le avergonzó y su voz se tornó suave. Pasó la lengua por sus labios y cuando levantó la vista, sus ojos se encontraron.

— Ciertamente eres extraño.

Frunció el ceño como cuando comía algo que no le gustaba.

— Tú eres el extraño. Dije que no y aún así…

Yunho se encogió de hombros.

— Pude haberte forzado, pero ese era el yo de tu cabeza. Aparentemente es algo con lo que fantaseas. Debes querer fallar conmigo en tu trabajo.

Tuvo que sacudir su cabeza ante las palabras de Yunho.

— Nunca he pensado en una cosa así.

Incluso aunque lo haya negado, Yunho se sentó y se cruzó de brazos, mirándolo.

— Quieres hacer algo emocionante conmigo. Quieres hacerlo en algún lugar donde haya peligro de ser vistos por otros. ¿Podríamos tratar en el parque esta noche?

No sonó como una broma, pero cuando Junsu dijo fuertemente “¡No!” y alejó sus piernas, la sábana que había estado cubriendo la mitad de su cuerpo, cayó al suelo. Ambos se encontraron desnudos sobre la cama. Su amante lamió su labio superior como un carnívoro salvaje, acercándose más.

La mano de Yunho ardía en su rodilla. Trató de evitar que sus piernas fueran abiertas, pero Yunho doblegó sus esfuerzos. Sus piernas fueron abiertas, más de lo que normalmente le gustaba. Estaba avergonzado y trataba de cubrir su rostro con sus manos, pero Yunho se fue posicionando gradualmente sobre él. Sus labios húmedos estaban listos para ser presionados contra los suyos.

— ¿Quieres tontear ahora? —dijo Junsu en un tono alto.

En respuesta, Yunho lo empujó. Sintió que él mismo abría sus piernas, pero sus caderas protestaron.

— No me gusta en la mañana…

Yunho suspiró. —¿Vas a permitir que esto se desperdicie?—, dijo en su oído, mientras que suavemente pellizcaba su pene erecto. Sus caderas comenzaron a sentir un hormigueo.

— Se bajará si voy al baño. Prefiero hacer esto que tener mis caderas adoloridas todo el día.

Yunho peinaba suavemente su flequillo y besaba su frente mientras Junsu se quejaba.

— Seré amable. Si haces tú parte, será rápido.

Yunho lo sostuvo fuertemente mientras suspiraba "por favor" en su oído reiteradamente. Movió sus caderas como si golpeara a Junsu con su pene duro pidiéndole que lo deje entrar. Pero cuando tenían sexo por la mañana, a veces le dolía todo el día. Se le hacía incómodo el sentarse y caminar. Era por eso que se resistía. Pensó que Yunho podría rendirse si era firme, pero…

Poniendo su mano en la espalda de su amante, Junsu cerró sus ojos. No era que doliera tanto y no pudiera soportar la incomodidad…

— Sólo no te demores tanto. No me gusta ser balanceado de adelante hacia atrás.

— Está bien.

Cuando el pene de Yunho le penetró, Junsu dejó escapar su respiración. Sabía por experiencia que era desagradable al principio y que sólo mejoraba después.

— Está todo dentro.

Sintió una respiración acalorada en su oído.

— Eres muy bueno. Me tienes completamente.

Junsu se sonrojó con los comentarios.

—¿No se nota?

Yunho metió su uña dentro del pene erecto de Junsu y éste gimió de placer. Pudo ver brevemente la alegre expresión de Yunho y se sintió algo molesto.

Era balanceado hacia atrás y adelante mientras se sostenía ambas rodillas. El entumecimiento de la mitad inferior de su cuerpo causada por la fricción se extendió gradualmente por el resto de su cuerpo. Se sintió como si estuviera ebrio. Además, ahí dentro se sentía más caliente de lo usual. ¿...Por qué?

— Yunnie… ¿Te pusiste un condón?

Los movimientos cesaron y Yunho sonrió ampliamente.

— ¿Lo olvidé? Pero no te preocupes. No terminaré dentro de ti.

Comenzó a mover sus caderas rápidamente y no hubo tiempo para pensar. Después de un último fuerte empujón, su amante comenzó a sacudirse y Junsu sintió el semen caliente dentro de él. Inmediatamente después, Junsu también concluyó. Cuando Yunho se salió, Junsu lo miró enojado.

— Mentiroso. Dijiste que no terminarías dentro.

Aunque estaba verdaderamente enojado, Yunho lo abrazó fuertemente y lo besó, provocando que la ira desapareciera.

— Resistí todo lo que pude. Sin embargo tú me apretaste en el último momento. No pude aguantarlo mucho más.

No pudo recordar el clímax y sólo pudo responder, —Oh…

— Me supera cuando te aprietas así. No deberías haberme agarrado tan fuerte.

Junsu no recordaba, pero no podía negar que podría haber pasado de esa manera. Y no podía estar enojado si era su culpa. Todo lo que podía hacer, era estar de mal humor.

— Tengo un poco de tiempo antes de ir al trabajo. Tomemos una ducha. Te limpiaré.

— Está bien…

Yunho lo llevó al baño. En el camino, sintió un goteo y pensó que no sería capaz de sostenerlo; cuando se lo hizo saber a Yunho, sintió repentinamente un dedo cubriéndolo. — Estoy evitando que salga. ¿Se sintió bien?

Junsu no tenía idea de que una segunda ronda de sexo le estaba esperando en el baño.


**
Nota: Finalmente un capítulo más XD El fin de semana quiero subir el último capítulo y así ir avanzando de a poco con las demás actualizaciones.

4 comentarios:

  1. Como es malo Yunho con Yoochun, se desquita con él.
    Por fin actualizaste NTPM!!! Tenía mucho esperando por ésta historia al igual que espero actualización de EE y las demás historias inconclusas del blog.
    Ahh las cosas del destino, después de todo se volvieron a encontrar y sin querer, que bueno que Yunho quiso confrontar a Junsu y pedirle una clausura a su 'relación', ya no era sano para ninguno de los dos. La reconciliación fue lo mejor xD que bueno que las cosas se están solucionando poco a poco y con el apoyo de Yunho estoy segura que Junsu ya no se dejará manipular por su mamá.

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    1. También me da mucha pena la manera que en la Yunho trata a Yoochun, no me gusta que sea así. Gracias por comentar linda ^^

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  2. Siento que todo paso muy rápido y me encanta ;;;;!

    Desde que publicaste este fic que seguía siempre las actu, sufri cuando vi que el blog estaba cerrado y ahora soy feliz de poder seguir leyendo ;;; Gracias :3

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    1. Sé que descuidé mucho los fics por mi trabajo, por eso me puse la meta de al menos subir poco a poco hasta completarlos. Gracias por tu apoyo y por tomarte el tiempo de comentar ^^

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