PHYSICAL

Título: Physical

Autor: Koiko

Pareja: HoSu

Género: Angst, Lemon

Extensión: One-shot

Sinopsis: Cuando las emociones se condensan y la tensión de la frustración surge, indomable…ellos se buscan; sus cuerpos atrayéndose el uno al otro cual atracción magnética en una rápida y seca fricción.

No hacen más que eso. Es netamente por liberación y nada romántico…bueno, al menos es eso lo que mentalmente se han repetido por años. Pero a veces…ellos tienden a olvidar que sus acciones no tienen nada que ver con amor.

*****

Me dejas sentir tu peligro

Yo te dejo hacer este sentimiento claro aquí…

[Physical, Nine Inch Nails]

“¡Pues entonces deberías prestar más atención a nuestro itinerario para que el manager no nos urja más de lo necesario!” Jaejoong bramó, voz ácida y tajante al final de las prácticas. La discusión con el líder había comenzado al cese de la música y Jaejoong estaba hecho una furia. Habían sido horas y horas de arduo trabajo sin contar las estrechas actividades que tuvieron que realizar antes de las prácticas.

“Jaejoong” Yunho masculló, ojos oscuros resplandeciendo con rabia. Junsu lo observó en completo silencio desde el rincón. Tenía el rostro completamente comprimido y la mandíbula tensa, ambos puños cerrándose en un intento por no arremeter contra él. Bien sabido por todos era el don de la paciencia del líder, pero Jaejoong había presionado sus botones hasta el límite y Junsu temió que Yunho lo golpeara.

“¿Acaso te pedí tu opinión? ¡Cómo si fuera tan fácil memorizar cada maldita actividad que tenemos que hacer a diario! Pero claro…para ti es muy fácil criticarme cuando no llevas todo el peso encima. Así que la próxima vez preferiría que te ahorraras tus comentarios o de lo contrario te juro que te va ir mal…”

Junsu abrió los ojos de par en par cuando Yunho pasó por el costado de Jaejoong, dándole un empujón mientras avanzaba hacia la puerta. Yunho no era una persona violenta, pero como todo ser humano tenía un punto en el que estallaba y Junsu estaba seguro que Yunho prácticamente había llegado a su límite. Jamás lo había visto tan enardecido, y de seguro la  contención le debió haber costado toda su fuerza de voluntad.

“¡¿Es una amenaza?!” Jaejoong chilló cuando Yunho estaba por salir de la sala.

“Tómalo como quieras” fue lo último que dijo antes de retirarse.

“¿Pero qué diablos se ha creído?” Jaejoong bufó al acercarse a la mesa de descanso donde se encontraban sus compañeros. “Es responsabilidad suya, ya debería estar acostumbrado”

“Creo que te excediste” Junsu murmuró luego de beber de su agua mineral. No estaba nada de acuerdo con la actitud reprochante de Jaejoong siendo que llevar a cargo el peso de una banda era una tarea más que exhaustiva. Lo menos que podían hacer como miembros era apoyar y no criticar.

“¿Y por qué se excedió?” Yoochun le contrarrestó y Junsu bufó; era de esperarse que saliera en defensa de su Soulmate. “Yo estoy de acuerdo con Jaejoong, últimamente Yunho está más distraído que nunca y eso sólo nos está perjudicando”

“Lo noto cansado” Changmin acotó, su voz apenas audible…como si recién se hubiese puesto al corriente de la situación.

“Todos estamos cansados Min, pero pagamos justos por pecadores” Jaejoong lanzó un suspiro, abriendo su botella de agua mineral y bebiendo para tratar de calmarse.

“Si te quejas tanto del trabajo de Yunho como líder entonces deberías intentarlo tú” Junsu le disparó, ojos oscuros subiendo a encontrarse con los suyos. Estaba cansado de las quejas de Jaejoong y por lo visto nadie parecía estar en contra de  sus actitudes.

“Bah, como si no supiera que te pondrías de su lado” Jaejoong replicó.

“Claro que me pondré de su lado si tú reclamas por estupideces”

“¿Qué?”

“Lo que escuchaste”

Junsu y Jaejoong se midieron las miradas, sin dar el brazo a torcer. Junsu comenzó a sentir la mandíbula tensa ante la expresión altanera de Jaejoong, implacable, y pudo entender perfectamente la reacción de Yunho…

“¡Así que ahora el estúpido soy yo por querer lo mejor para nosotros!” Jaejoong alzó la voz, comenzando a sulfurarse, pero Junsu no se iba a dejar amedrentar. Yoochun pudo percibir la perturbación en Jaejoong y puso una mano sobre su hombro.

“Hyung, ya déjalo” Yoochun le insistió. “No vale la pena seguir tocando el tema”

“No hace falta, Yoochun. Voy a ir a tomar un poco de aire antes de que termine también amenazándolo…” Junsu bufó, abriéndose paso entre ambos, pero viéndose seriamente impedido al sentir la mano de Jaejoong aferrarse a su brazo cual enredadera.

“¿Así que quieres arreglar esto a golpes? ¡Anda, cómo si te  tuviera miedo!”

“Suéltame…”

Jaejoong hizo presión en el brazo, hundiendo sus dedos con fuerza, y Junsu sintió toda su paciencia agotarse. Se zafó de un sólo tirón y estaba a punto de empujarlo cuando Yoochun y Changmin reaccionaron a tiempo y se interpusieron.

“Hyung, detente. Estamos todos con los ánimos alterados, pero no es necesario llegar a este punto” Yoochun habló con voz calma, posando uno de sus brazos sobre Jaejoong para alejarlo del cuerpo de Junsu mientras Changmin hacia lo mismo con Junsu.

“Suéltame Chunnie, estoy bien” Jaejoong hizo ademan de zafarse, pero Yoochun no lo soltó.

Junsu no dijo ninguna palabra más y tan sólo se desasió del amarre de Changmin, volteando a caminar a la puerta. Estaba tan ofuscado que lo habría golpeado de no haber sido por ambos… ¿Quién diablos se creía que era? El dueño de la SM o algo. Jaejoong no tenía derecho a actuar de semejante manera. Junsu tan sólo esperaba que con aquel enfrentón se le bajaran los humos, de lo contrario…las cosas terminarían mal.

“Déjalo irse, Jaejoong. Junsu necesita descansar, él tampoco ha estado rindiendo bien últimamente”

Sin duda escuchar a Yoochun decir eso fue el detonante y Junsu se paró en seco en la puerta. Consideró en devolverse a encararlo, porque definitivamente no hay cosa que lo altere más que escuchar cuando lo critican por su rendimiento. Junsu puede escuchar críticas auto constructivas, pero aquel comentario fue definitivamente insidioso. Finalmente…prefirió dejarlo por la paz; pensó en Yunho y en la forma en que se contuvo frente a la molestia, y rezó una oración para sus adentros al abandonar la sala, sintiendo la frustración carcomiéndolo por dentro.

Cuando Junsu volvió a la sala de prácticas encontró el cuarto vacío. Supuso que los demás debían de haber regresado sin él o algo por el estilo, pero realmente no le importaba. Aún no era tan tarde y podría practicar la nueva coreografía en paz sin distracciones, y quizás dejar sangrar un poco de frustración reprimida. Sí que había sido un día difícil y Junsu sentía las entrañas en un tenso nudo.

Comenzó a bailar, reproduciendo la coreografía en su mente al moverse con gracia por el cuarto, dejando los pensamientos atrás para concentrarse solamente en los pasos y en la sensación de libertad que le producía el baile; su mente completamente acallada para así poder lograr su perfección.

Estaba completamente absorto en su tarea y prácticamente lanzó un grito de sorpresa cuando sintió un par de brazos aferrarse a su cintura y un cálido aliento golpear contra la piel de su nuca, reteniéndolo.

“¡Yunho!” su cuerpo se relajó al sentir la familiar figura rodearlo. “Pensé que te habías ido”

Junsu trató de romper el amarre, pero Yunho simplemente lo intensificó, haciendo presión contra su cintura.

“No” murmuró, pero Junsu no estaba seguro si era una respuesta o lo estaba reprochando por querer romper el contacto. Sintió las uñas de Yunho clavarse sobre la piel de su cintura, urgentes…y Junsu ni siquiera fue capaz de reaccionar cuando él lo giró en un abrupto movimiento y lo aprisionó contra la pared de la sala de prácticas, llevando ambas manos a un lado de su cabeza en una captura total.

Junsu lo miró a los ojos, oscuros y resplandecientes. Pudo percatarse de las venas tensas de su cuello y toda la compresión que atacaba su cuerpo. No necesitaba ninguna palabra de su boca, él sabía perfectamente lo que ambos necesitaban. Yunho estaba ardiendo en tensión y Junsu sintió el nudo en sus entrañas comenzando a ceder cuando él pegó su cuerpo al suyo en un violento embiste, arqueando sus caderas hacia arriba para friccionarse contra las suyas. Junsu cerró los ojos, el gemido escapándose de sus labios ante el familiar contacto e inmediatamente reaccionó ante el movimiento, arqueando las caderas de vuelta y comenzando la lucha.

No era la primera vez que ambos buscaban liberación juntos. Junsu sabía que estos furtivos encuentros databan de la época del pre debut, cuando Yunho vivió con su familia por un tiempo y ambos comprendieron que se necesitaban. Luego de pasar tanto tiempo aprendiendo, ambos ya estaban conscientes de los movimientos precisos que debían realizar para hacer crecer el fuego, la lujuria; dónde tocar, en qué ángulo mover las caderas, e incluso predecir cuánto tiempo le tomaría al otro para llegar al límite.

El cuerpo de Junsu comenzó a arder ante las familiares mociones, sus respiraciones agitadas combinándose mientras Yunho se azotaba sin piedad contra su cuerpo; el brusco choque de sus erecciones aún cubiertas forzando bajos gemidos de sus labios, incontenibles. El sonido expandiéndose y haciendo eco por la sala en toda su perfecta obscenidad…

Yunho liberó el amarre que tenía sobre sus muñecas y lanzó un gruñido cuando Junsu rodeó los brazos por su cuello y sus dedos se enredaron en sus cabellos, jalándolos, haciendo presión ante cada nuevo embiste. Junsu tenía un conocimiento total sobre los puntos débiles de Yunho y ya sabía lo mucho que lo derretía cuando le tiraba el cabello o enredaba los dedos en los mechones; esbozando una sonrisa al sentir el rostro de Yunho refugiándose en la piel de su cuello, gruñendo y gimiendo bajo cual bestia al friccionarse con más fuerza contra su erección. La tela de ambos delgados pantalones de gimnasia ardiendo ante el rápido roce que cada vez se tornaba más estrecho, fuerte, urgente…

Una abrupta mordida a su cuello y un embiste perfecto en un ángulo que lo hizo gemir agudamente provocó que el cuerpo de Junsu se arqueara hacia el suyo, la cabeza golpeando pesadamente contra el muro al gemir con fuerza. Junsu pudo jurar que vio la sonrisa de satisfacción en el rostro de Yunho cuando él retiró el rostro de su cuello para mirarlo a los ojos.

Junsu sentía todo el calor sofocándolo, aturdiéndolo; estaba ardiendo aprisionado bajo el cuerpo de Yunho, completamente preso de su tacto. No está seguro realmente si fue producto del fuerte golpe que se dio en la cabeza…pero al mirar en esas oscuras orbes negras, aquellas orbes que lo contemplaban con devoradoras ansías; como si Junsu fuese el fruto prohibido y tan sólo Yunho pudiera probar una mordida…Junsu sintió la muralla quebrantarse, y la urgencia sobrepasarlo a un punto en el que no pudo contener sus actos.

Yunho se congeló cuando sintió los labios de Junsu sobre los suyos, el suave roce paralizándolo. Su erección aún estaba presionada como acero hirviente contra la de Junsu, dolorosamente despierta y rogando por la fricción, pero aun así detuvo sus movimientos. Junsu no puede besarlo, no debe, esto no es…

Junsu percibió su inseguridad, pero no le dio tregua; caerían juntos en esto. Sus carnosos labios comenzaron a moverse contra los suyos, incitantes, y Yunho no pudo contenerlo más; su mente acallada y las emociones vivas, sangrando en cada acto. Respondió al beso con urgencia, volviendo a rozarse contra su cuerpo y provocando que Junsu lanzara un gemido al retomar el contacto, gesto que Yunho aprovechó para colar la lengua a su boca, enredándose con la suya; su cuerpo ardiendo en la constante fricción. Junsu sintió las cálidas manos de Yunho colarse bajo su sudadera para acariciar la piel de su cintura, clavando las uñas con fuerza de vez en cuando para dejar marcas rojizas…aquellas marcas que tanto le gusta contemplar, y por las que Junsu tiene que luchar a diario para tapar. Junsu no pudo contener más la represión y dio rienda suelta a todo lo que sentía; succionando y peleando con su lengua en besos cada vez más urgentes mientras sus manos se colaban bajo su sudadera para acariciar su tersa piel canela y delinear sus perfectos abdominales. El ritmo aumentó a un punto en que ambos hervían en el deseo, las sudaderas arrojadas a un lado para arder en piel contra piel, friccionando con urgencia torsos y entrepiernas entre constantes gemidos y jadeos. Es en aquel momento…en el frenesí de sus caricias y sus besos, que Junsu vuelve a reafirmarse, como siempre, que Yunho tan sólo tendría que decirle una palabra y Junsu le entregaría absolutamente todo…

Se separó de sus labios muy a su pesar por la falta de aire, jadeando pesadamente contra su rostro. Yunho abrió los ojos cual despierto de algún trance, su respiración agitada golpeando con fuerza al mirarlo con expresión estoica. El rostro indescifrable y sus cabellos negros revueltos, creando un halo sobre su cabeza y haciéndolo lucir hermoso, provocativo…letal.

Junsu estaba consciente de la perturbación en Yunho, sabía que se estaba autodestruyendo con pensamientos. Esto no era lo que silenciosamente habían acordado, y Junsu se sintió completamente expuesto ante su mirada, vulnerable.

Era la exposición pura de lo que ambos habían estado sintiendo por años y que simplemente no podían sacar a la luz porque los destruiría. Así que Junsu hizo la única cosa capaz de sacar a Yunho de sus pensamientos, la única cosa que podía hacerlo dejar de pensar…

Arqueó las caderas una vez más, reuniéndose con las de Yunho y friccionándose contra el bulto evidente de su erección en un deslizamiento suave, provocativo. Yunho se sobresaltó ante el contacto y por un segundo Junsu creyó que se desvanecería hasta que lo observó retomar la postura. Pero sus ojos…continuaban clavados a los suyos en la interrogante, no dándole tregua.

Junsu no se rindió, presionándose nuevamente contra Yunho y haciendo la fricción constante, lanzando pequeños gemidos producto de los constantes movimientos y la excitación. Yunho no se inmutó, volviendo a llevar ambas muñecas de Junsu a la muralla en un gesto demandante. Junsu podía sentir el amarre en sus muñecas tornándose doloroso al observar como Yunho trataba de mantener la compostura.

“Yunho, por favor…” Junsu le susurró, presionando y rotando las caderas contra las suyas en un atento por romper su autocontrol, porque a pesar de todo…Yunho simplemente no lo podía dejar así…

Yunho cerró los ojos ante sus palabras, abriéndolos sólo cuando Junsu se encajó a su cuerpo en un ángulo preciso que lo hizo estallar. Su respiración se agitó y Junsu pudo observar su máscara quebrantarse al gruñir y azotarse con fuerza de vuelta a su cuerpo, desesperado por el contacto y la fricción.

Pero la grieta en su pantalla aún estaba latente. Los movimientos que retomaron comenzaron descoordinados e imprecisos; ambos moviéndose a un ritmo erróneo, torpe y errático…casi como si hubiesen vuelto a la primera vez que lo hicieron: Adolescentes e inexpertos.

Eventualmente el placer los sobrepasó y la incomodidad comenzó a  disipar; sus cuerpos tratando de fundirse el uno contra el otro en reiterados roces y fricciones mientras los gemidos de Junsu, y los gruñidos de Yunho invadían nuevamente el lugar. El calor regresó con avasalladora fuerza y en un abrupto movimiento Junsu se subió a la cintura de Yunho, rodeando los brazos por su cuello y haciendo el contacto más íntimo al punto de lanzarlo al límite cuando Yunho palpó sus glúteos con fuerza en tan voraz embiste, su nombre escapando de sus labios en un grito incontenible…

Si, beso olvidado.

 ~End

-o-

A/N: Intente editarlo para hacerlo más lindo y no funcionó, lo siento u.u! este fic lo tenía escrito ya y aunque le cambié varias cosas al final sólo conseguí hacerlo más frustrante y quedó así! El final me deja con una sensación rara pero ya no pude cambiarlo, espero que entiendan el trasfondo de esto y las tan típicas negaciones que a veces surgen…bueh! Además que no quería el típico lemon de siempre…creo que para este caso dejarlo así le viene.

Ah y no sé si lo notaron…pero me encanta hacer de Jaejoong una perra reclamona jaja xd

¿Comentarios? Sii son amor para mi musa de verdad :D aunque sea para decirme: deja de escribir cosas tan raras jaja xd!

~Koiko