¡Welcome to Hosu Shipper Blog!

Como se darán cuenta he cambiado el URL ;)
Y el Blog ahora será únicamente para los fanfics, lo demás irá a la página de Facebook
https://www.facebook.com/HosuShipperBlog

En la sección [Fanfiction] arreglé la mayoría, pero aún me faltan estos:

Beautiful Dirty Rich
Cuando el Sakura Florezca
Fairies and What!?!
Love is a Force of Nature
Lust Caution
Scut Hamsters
The Reunion
The Year Without Santa

Los fics están, sólo que les costará ubicarlos.

7 may 2012

I'M TAKING BACK MY LOVE

Título: I’m taking back My Love
Autor: arita7
Parejas: HoSu, YunJae, YooSu
Género: Lemon, Angst
Extensión: Oneshot
Resumen: “Perdonar no siempre es olvidar… y yo no olvido nunca”.
*****

¿Que por qué no correspondo tus inesperadas muestras de cariño?…

¿Que por qué no le dedico más tiempo a nuestra relación?…

¿Que por qué no te miro de frente cada vez que tu voz se esmera en cautivarme sobre el escenario?… Si me vieras ahora tendrías todas las respuestas que buscas y comprenderías que no puedo y no podría hacerlo en ninguno de los casos, pues aún no sé qué tan difícil será para mí el perderte y aceptar que terminarás odiándome.

Cuánto quisiera poder echarle la culpa al ser que estrecho entre mis brazos, el mismo que me ha ayudado hasta ahora a mantener invisible la realidad de nuestra relación, a ése que sin duda no eres tú… Pero todavía me queda un poco de conciencia y admito que el único culpable aquí soy yo. Yo, que fui tan débil ante la tentación que resalta sobre su cuerpo.

Si me preguntaras ahora en qué momento dejé de lado el amor, en qué momento decidí que él estaría antes que tú, en qué momento me volví novio y amante a la vez… yo sólo te podría decir que fue cuando mi fidelidad se rindió ante el primer roce de su piel, la cual siempre ansié probar, incluso desde antes de estar contigo.

Te juro que he intentado no seguir con nuestras citas a escondidas, pero él tiene sumo control sobre mí y lo he dejado conocerme tan bien, que sabe que por más que lo intente, siempre terminaré yendo hacia él. He tratado de negarme a las escabullidas nocturnas y peligrosas hacia la sala, ya que podrías sorprender a tu amor y a tu amigo mezclándose sobre el sofá, pero he llegado a ser tan sinvergüenza, que en estos momentos me importa más el hacerlo mío, que el que tú sepas de una vez toda la verdad.

Lo tengo atrapado bajo mi cuerpo, su desnudez me pertenece y no dejo de repetirle entre susurros que así será siempre. Él ríe y lo reafirma amarrándose más a mis caderas con sus piernas. Nuestros vientres se rozan deliciosamente antes de que ubique mi miembro en su entrada… Pasan unos minutos y no dejo de saciar mi lujuria dentro de su cuerpo, y mientras se muerde los labios para evitar gemir alocadamente, afirmo que no me opondré nunca a caer de nuevo en este pecado, este pecado que lastimará a alguien más, alguien que anhela y espera paciente el poder ganarse su amor y que ni se imagina que yo estuve robándole ese derecho desde hace mucho tiempo.

El orgasmo llega y nos besamos para ahogar el grito dentro de nuestras bocas; aún tiembla y trata de recuperar el aliento mientras yo lleno de besos su rostro para luego calmarlo completamente con mis caricias. Sus ojos no tardan en cerrarse y entonces, logro descansar un rato sobre su pecho.

Luego de lo que acaba de pasar, aún no llega a mí el remordimiento por faltarte y tampoco pienso en lo miserable que estoy siendo por darle a él lo que a ti muchas veces te niego fingiendo cansancio o malestar. Al final, creo que tienes razón al decir que soy frío y que no valoro tu amor ni lo que haces y das por mí;. Esta madrugada te lo he demostrado, haciendo que él ocupe una vez más el lugar que debería corresponderte únicamente a ti; sin embargo, no lo sabrás, pues debes estar durmiendo con la tranquilidad de sentirte único en mi vida.

Te amo, Jae, pero a él… a él no lo puedo ni lo quiero dejar.

Miro el reloj y me paralizo al darme cuenta que hoy nos tomamos más tiempo de lo acostumbrado, ya que amanecerá en no menos de una hora y yo te tendré de nuevo aquí, reclamando por qué cada vez que tengo un mal sueño, prefiero el sofá antes que tu regazo… Si llegaras a descubrirme, sabrías que si termino durmiendo en la sala, es porque es aquí donde muchas veces le hago el amor al que dice ser tu fiel amigo.

“¿En qué piensas?”, evito responderle, sonriendo y ocupando suavemente sus labios con los míos. No quiero que sepa que tomé unos minutos de nuestra faena amorosa para pensar en ti.

“En algo no tan importante como tú”, digo casi sin pensar. ¿En realidad lo es?, si yo sé que será junto conmigo, el causante de que el grupo pueda desmoronarse por completo y será el culpable además, de que yo sea señalado como el que traicionó un amor y una amistad de tantos años.

“¿Es en él, verdad?”, no sé por qué no puedo mentirle, si contigo lo hago muy bien. Me despego de su cuerpo para levantarme, empezar a vestirme y aunque entiende cuál es la respuesta, no me dice ni me reclama nada.

Le robo un último beso antes de devolverlo cansado a su cuarto.

”Yo te amo… te amo mucho, Yunho”, paro en seco, pues ésta es la primera vez que lo dice. Abraza a mi espalda y cuando escucho sus sollozos, me volteo para sujetar su rostro con mis manos.

“No llores…”

“Déjame hacerlo…”

“No… no, porque yo también te amo, Junsu…", lo beso al instante, pues no quiero darle tiempo para que me vea a los ojos y se dé cuenta que hay algo que no encaja en mis palabras; algo que denota mi inseguridad y que hace que me cuestione otra vez el por qué siempre tengo que hacer las cosas mal, a pesar que me prometo pensar y razonar antes de dejarme llevar por la pasión, el deseo y todo lo que él despierta en mí.

Se sujeta de mi cuello, jadea cuando mis manos se portan rudas con su trasero y cuando mis dientes se clavan en su cuello al mismo tiempo. Acaricio sus mejillas con mis pulgares y es en ese instante, que su boca alcanza mi oído…

“Entonces déjalo… Termina con él y quédate conmigo para siempre”, retengo esas palabras en mi mente y, mientras mi lengua va en busca de la suya, las analizo por un segundo, anhelando que fuera tan fácil hacerlo como lo es para él decirlo.

Lo engañaría si le digo que lo haré, si le digo que te dejaré para estar con él y lo que es aún peor, me engañaría a mí si digo que te amo y que es contigo con quien quiero estar.

Controlo mis acciones lentamente, ya que no sería prudente que lo arrastrase a cualquier lugar oscuro para terminar de faltarle el respeto a su cuerpo, aunque el mío me regañe luego por haberle desobedecido.

“Tú sabes lo que pasaría con el grupo si él y Yoochun llegan a saber lo nuestro”, mi último recurso para frenar la situación y que me obligara a darle una respuesta fue nombrar a su mejor amigo. Lo quiere y estoy seguro que se ha dado cuenta de sus verdaderos sentimientos.

“No pongas eso como excusa, Yunho…”, noto fastidio en su rostro y enseguida se suelta de mí para quedar de espaldas contra la pared y con los brazos fuertemente cruzados. “Además, tú bien sabes que yo jamás le di pie a algo conmigo, así que no tendría por qué haber problemas al respecto”.

“¿Pero qué crees que pensaría de ti cuando se entere que te enredaste conmigo, sabiendo que estoy con Jaejoong?”, me empuja y al verlo, siento que desprende hilos de rabia por lo que acababa de decir.

“¿Ahora resulta que soy yo el que se metió en tu relación?”

“No, claro que no… ¡Junsu!”, lo tomé de los brazos para que no se fuera y me escuchara. “Sabes que no es así… Yo inicié esto y si me correspondiste fue porque me amaste desde siempre y porque yo… yo también te he amado durante todo este tiempo”, mi corazón había hablado esta vez, logrando que todo mi ser se estremeciera al sentir aquella verdad que estuve omitiendo sin darme cuenta.

“No digas que también me amabas, porque si hubiera sido así, no estarías con él ahora… ¡Y mejor ahórrate las explicaciones… Sólo dime que no quieres terminar con él y esto se acaba ahora!”. A estas alturas me pregunto si se puede ser más estúpido y despreciable de lo que lo estoy siendo yo ahora. Intento tomarlo de la cintura, aun cuando forcejea para que me quite de su camino.

No me toma más de cinco segundos rendirlo, pues un dulce y sincero beso basta para calmar su tan razonable enojo; es ahí que descubro un poco más de su maravillosa persona y del increíble amor que le tiene a este idiota que no hizo grandes méritos para merecérselo.

Sé que está llorando, pues siento sus lágrimas cuando nuestras mejillas se rozan entre los bamboleos que mi boca hace sobre la suya.

“Lo siento…”, se aferra a mi pecho y suspira. “Terminaré con todo esto de una buena vez… lo haré por ti, por mí… y por él”, lo abrazo y beso su frente suavemente.

Luego de mucho tiempo, tengo decidido hacer algo por tu bien; voy a desengañarte del amor que te profesé hasta ahora porque deseo que tengas la oportunidad de rehacer tu vida al lado de alguien que sí pueda darte lo que yo no pude ni intenté hacerlo… fidelidad.

“¿Terminar con qué?”, aquella voz no podía ser otra más que la tuya. Volteé y vi cómo caminabas lento hacia nosotros, ubicándote justo a unos tres pasos delante de mí; tu rostro estaba enmarcado por el asombro y supe entonces, que había llegado la hora de desenmascararme.

“Hyung…”, no dejé que Junsu hablara, así que me puse delante de él.

“Jaejoong ah…”

“¿Por qué están tan nerviosos? ¿Esconden algo?”, con eso me callaste y no pude sostener más tu mirada. Sabía que enseguida notarías que yo sí te escondía algo, ya que siempre creíste que aquel que no te mira de frente es aquel que miente u oculta el mayor de sus pecados.

“Junsu, será mejor que entres…”. No quería irse, seguro pensaba quedarse y asumir junto conmigo lo que vendría, así que no tuve más remedio que abrirle la puerta, empujarlo suavemente para que entrara y privarlo de nuestras presencias al cerrar su dormitorio con aquel pedazo de madera blanca.

“Yunnie, ¿qué pasa?”, te acercaste y cerraste el espacio entre nuestros cuerpos con un cálido abrazo. “Me preocupa verte así… desde hace días que estás pensativo y sé que te pasa algo, aunque lo niegues”, te disfruté como nunca antes porque sé que ya no existirán momentos como éste que me permitan hacerlo luego de que te revele la verdad.

“Sí lo sé, pero…”

“¿Pero qué?… ¿Acaso Junsu me ha reemplazado y tiene ahora toda tu confianza o es que no me lo puedes decir?”, mi conciencia estalló; me alejé de ti, tomé tu mano y te llevé hasta la sala. Quedaste inmóvil a un lado del sofá cuando te solté y me fui hacia la ventana. No sabía cómo empezar, no sabía ni siquiera cómo mirarte, así que opté por empezar a hablar dándote la espalda antes de que cometiera la estupidez de arrepentirme.

“No he sido sincero contigo, Jaejoong… Te he mentido durante todo este tiempo”

“¿A qué te refieres?”

“Yo no te amo”

“Yunho, ¡no estoy para bromas!”. No ibas a creerme, pues te juré amor tantas veces que si no estoy en el infierno ahora es porque Dios sabe del amor que me tienes, sabe que me seguirías y que el cielo se quedaría sin el más preciado de sus ángeles. No ibas a creerme hasta que me enfrentara a tus ojos, así que lo hice; caminé hacia ti sin bajar la mirada…

“Si te amara, no hubieras llorado por mí las veces que me porté inmaduro e indiferente contigo… Si te amara, hubiera correspondido tu amor con la misma intensidad que el tuyo lo hizo y lo hace… Si te amara,… no te hubiese engañado… con Junsu”. Temblaste y tu mirar me transmitió algo que no podía describir, quizás porque hasta ahora no te había causado tanto dolor, dolor que peleaba a muerte con el amor que siempre hizo que tus ojos brillaran sólo por y para mí.

“No puedes estar hablando en serio, Yunho… Tú… tú no…”

“Hace más de dos meses que él y yo nos entendemos…”

“¿Pero cómo pudiste?… ¡¿Cómo pudieron?!”, rompiste en llanto y una vez más, me sentí un completo miserable.

“Pégame si quieres, pero no llores… no llores y menos por mí”, es lo que realmente deseo en este momento, que no llore por mí, pues no merezco aquel sacrificio que hacen los ojos de una persona para sanar un dolor como el que le estaba provocando esta madrugada.

“¡No te atrevas a tocarme!”, gritaste y yo aparté mis manos antes de que tocaran tu rostro.

Los demás se habían despertado y al escucharnos, llegaron hasta donde estábamos. Changmin nos miraba asustado, sobre todo, al verte en tal estado. Yoochun estaba desconcertado, ya que aunque varias veces había presenciado una que otra pelea nuestra, sabía que éramos lo bastante prudentes como para no iniciar una a estas horas. Junsu estaba un paso atrás de ellos y sin decir nada, vino hacia mí y sujetó mi mano.

“¿Cuántas veces busqué refugio y consuelo en ti?… ¡Me jurabas amistad por un lado y por el otro, ¿qué? ¡¿Me veías la cara de imbécil?!”

“¡Hyung, ¿por qué le hablas así a Junsu?!”, ¿Yoochun podía ser tan incrédulo o es que no quería asimilar algo que era tan obvio?

“Es mejor que los dejemos a solas”, agregó el pequeño. Sin duda, él había entendido perfectamente lo que estaba pasando.

“No, no me voy hasta que me digan qué demonios está pasando… Junsu, dime qué pasa… ¿por qué Jaejoong está tan molesto contigo?, ¿qué se traen ustedes dos?”, preguntó al notar cómo mi mano se entrelazaba más con la él.

“¿Por qué… por qué, Yunho?… ¿Por qué con él?”, no podías calmar tus sollozos; querías respuestas y yo te las iba a dar.

“Jamás me di la oportunidad de confesarle mis sentimientos… y  cuando Yoochun entró al grupo, se ganó toda su atención y cariño en un abrir y cerrar de ojos… Yo reprimí lo que sentía y decidí olvidar algo que creí no era tan fuerte como para arriesgar nuestra amistad”, Junsu enfrentaba la mirada de quien aún era mi amigo, mientras que yo batallaba por resistir un poco más la tuya, “Me aferré a ti e intenté ser feliz, lo intenté de la manera más egoísta posible… Yo creí amarte, creí que eras el único dueño de mi corazón, pero la verdad es que nunca pude olvidar a Junsu”, no vi venir aquel puño que me hizo caer al piso, pero sé que era lo menos que me merecía.

“Eres una basura… ¡Bien sabías lo que sentía por él y no te importó!“, Changmin y tú lo detuvieron, antes que se me fuera encima.

“¡Chunnie!…”, él intentó defenderme, pero lo jalé del brazo para que no se expusiera a la rabia de Yoochun; si alguien tenía que recibir golpes esta noche, ése iba a ser únicamente yo.

“Déjalo, Junsu…”, dije, mientras me ayudaba a levantarme.

“No valen la pena… Ninguno de los dos lo vale, Yoochun”, agregaste, mirándome con repudio.

“Nunca lo hubiera creído de ti, Junsu… ¡NUNCA!”, Changmin lo siguió hasta el cuarto, no sin antes vernos y mostrarnos con un gesto, lo decepcionado que estaba de nosotros.

“¡Quiero que se larguen ya!… No quiero volver a verlos nunca más”, asentí, y enseguida ambos fuimos a recoger nuestras cosas.

Salí de mi habitación y me encaminé hacia la sala. Estabas parado al lado de la puerta del departamento, me viste fijamente por un par de segundos y luego volteaste para que no te viera llorar otra vez.

“Espero que algún día puedas perdonarme…”

“Perdonar no siempre es olvidar… y yo no te olvidaré nunca, Yunho… ¡nunca!”, y sé que así será; jamás podrás perdonarme, menos, olvidar todo lo que te hice. No dices más y desapareces, dejándome lleno de remordimiento y nostalgia, sobre todo al admirar por última vez aquel lugar que hoy se vuelve ajeno para mí.

Junsu me alcanzó con sus maletas listas; sonríe para darme fuerzas, luego se adelanta al carro y yo logro cerrar por fin la puerta de un hogar que ya no es más mi hogar, logro dejar a unos amigos que no son más mis amigos y logro abandonar un amor, que no es más mi amor…. un amor que nunca debió ser para mí.

Mientras descansamos sobre el sofá de nuestro nuevo departamento, mi mente reproduce todos los momentos que pasé al lado tuyo y de los demás, y dejo que un par de lágrimas rueden cuesta abajo sobre mis mejillas.

Junsu es ahora todo mi mundo, la razón por la cual yo renuncio hoy a mis sueños y a todo lo que me ata al pasado… a todo lo que me ata a ti.

“Te amo, Yunho…”, me regala un beso y luego hago que se recueste sobre mi regazo para abrazarlo y disfrutar de lo que la gran mampara nos obsequia… Nuestro primer amanecer, juntos.

“Yo también… y te amaré para siempre, Junsu”

Sólo espero que no haya otros que repitan nuestra historia… Que en el camino que hagan para recuperar su amor, nadie salga lastimado.


FIN

8 comentarios:

  1. Nooo... en serio... trato pero nomas no puedo.

    Sea cual sea la situacion no acepto la infidelidad.

    Y esta historia me dio muchisimo coraje con Yunho y Junsu.

    Si se amaban tanto, debieron de haber hablado con jae desde el principio y no hacerle daño como se lo hicieron.

    Y mejor ya me voy si no aqui termino hasta odiando a yunho.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A veces actuamos estúpidamente verdad? u.u

      Gracias por comentar ^^

      Eliminar
  2. omg me ido penita, pobres, los cinco ;_;
    ojala que igual sean felices TT^TT
    aunq es cierto q el hosu debio haber hablado antes, pero igual me dio penita
    les deseo la felicidad y tambn me dolio la reaccion de minn XD
    me gusto el fic, esperare otros, bye bye

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo que me gustó de este fic es que los sentimientos son creíbles. A veces el amor nos hace egoístas, lástima que se dieron cuenta tarde.

      Gracias por leer bb ^^

      Eliminar
  3. jajaj jae te amo pero siiiiiiii yunho tontito lo ubieras echo antes de herir a jae pero ya que como se dice mas vale tarde que nunca ehhhhhh

    ResponderEliminar
  4. Sep, mejor tarde que nunca :D

    ResponderEliminar
  5. un nudo en la garganta me quedo.. como le pueden hacer eso a jae!!!!... ¬¬ junsu nene malo.. yunho mentiroso y cobarde! los voy a castigar!!! muajajaja ..*//* jajaja muy bueno!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es la parte más triste del amor u.u
      Es feo cuando salen segundos heridos

      Eliminar